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Centro de mesa en trampantojo de loza vidriada de Malicorne
650,00€Centro de mesa que representa un surtido realista de frutas y flores en altorrelieve dentro de una cesta blanca en forma de trenza. Señala algunos desconchones. Obra de la Faïencerie de Malicorne de la primera mitad del siglo XX.
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Ernest BLANCHER (1855-1935) LIMOGES
900,00€Pintura de esmalte sobre cobre que representa la cabeza de un anciano, Escope, según Velázquez que se conserva en el museo de Madrid. Fechado en el reverso 1897 y con monograma del maestro esmaltador E.B. Marco de roble. Pintura de esmalte sobre cobre sobre fondo dorado, en perfecto estado.
El esmalte pintado: El soporte de cobre, enteramente cubierto de esmalte, desaparece bajo el material vítreo. Los colores, colocados en capas superpuestas, se yuxtaponen y pueden mezclarse.El redescubrimiento del esmalte en el siglo XIX, tras un eclipse de varias décadas, fue el resultado de un renovado gusto por el arte antiguo. Los primeros pasos de la investigación histórica y la actividad del mercado de antigüedades se alimentaron mutuamente, al tiempo que dieron lugar a la aparición de restauradores y a la aparición de falsificadores. Los esmaltes del siglo XIX, con una técnica muy minuciosa, eran a menudo fieles imitaciones del Renacimiento, especialmente en el campo de la grisalla. Pero algunos artistas pronto abandonaron las antiguas técnicas para explorar nuevas formas de explotar el material. A finales de siglo, el esmalte encontró naturalmente su lugar en la nueva moda de las artes decorativas. En 1889, la Exposición Universal de París presentó varios cientos de esmaltes. Este siglo presenta también la paradoja de ver rehabilitado el arte del esmalte en las artes decorativas parisinas, en el mismo momento en que, gracias a los conocimientos de los sabios lemosineses y parisinos, se estableció como patrimonio de identidad. El público en general descubrió entonces, a través de una red de exposiciones nacionales e internacionales, los delicados efectos de un arte decorativo revisitado.
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Enorme reloj en régula de Albert-Ernest Carrier-Belleuse (1824-1887)
12000,00€Escultura neoclásica en régula con pátina negra que representa a una mujer vestida con un paño antiguo y que sostiene un reloj a la altura del brazo. Esfera de esmalte blanco que indica las horas en números romanos. Firma del artista A.Carrier en un pliegue del vestido. Base de madera dorada y mecanismo original.